
-¿Y te marcharás y no regresarás nunca?
-Sí, me marcho-dijo-. Hemos sido buenos compañeros durante mucho tiempo y esto ha sido agradable, agradable para los dos; pero ahora debo irme y no nos veremos más.
-En esta vida, Satanás, pero ¿y en otra? Seguramente nos encontraremos en otra vida, ¿no?
Entonces, tranquila y serenamente, me dio la extraña respuesta:
-No hay otra.
Una influencia sutil sopló sobre mi espíritu desde el suyo, trayendo consigo un sentimiento vago, oscuro, pero que me infundía la esperanza de que sus increíbles palabras podrían ser verdad, incluso que debían ser verdad.
-No, ¿cómo podría? Pero si eso fuera verdad...
-Es verdad.
Un acceso de gratitud se levantó en mi pecho, pero una duda lo cortó antes de que me saliera en palabras.
Y dije:
-Pero..., pero... hermos visto esa vida futura..., la hemos visto en su realidad, así que...
-Fue una visión..., no tenía existencia.
Casi no podía respirar por la gran esperanza que luchaba dentro de mí:
-¿Una visión? ¿Una vi...?
-La vida misma es sólo una visión, un sueño.
Fue electrizante. ¡Dios mío! ¡Yo había tenido ese mismo pensamiento mil veces en mis meditaciones!

-¡Yo!
-Y tú no eres tú..., no tienes cuerpo, ni sangre, ni huesos, eres sólo un pensamiento. Yo mimos no tengo existencia; no soy más que un sueño..., tu sueño, la criatura de tu imaginación. Dentro de un momento te habrás dado cuenta de esto; entonces me expulsarás de tus visiones y yo me disolveré en la nada de la cual me has hecho...
-Ya estoy pereciendo..., estoy decayendo..., estoy llegando a mi fin. Dentro de poco estarás solo en el espacio ilimitado, para vagar por sus soledades infinitas sin amigo ni compañero para siempre..., porque siempre serás un pensamiento, el único pensamiento existente, y, por naturaleza, inextinguible, indestructible. Pero yo, tu pobre sirviente, te he revelado a ti mismo y te he liberado. ¡Sueña otros sueños, y mejores!

-Ahora comprendes que estas cosas son todas imposibles, salvo en un sueño. Comprendes que son puras locuras pueriles, las creaciones ridículas de una imaginación que no está consciente de sus monstruosidades; en una palabra, que son un sueño y tú eres su creador. Todas las señales del sueño son visibles; debías haberlas reconocido antes.
Es verdad lo que te he revelado; no hay Dios, ni universo, ni raza humana, ni vida terrestre, ni cielo, ni infierno. Todo es un sueño..., un sueño grotesco y disparatado. Nada existe salvo tú. Y tú no eres más que un pensamiento..., ¡un pensamiento errante, un pensamiento inútil, un pensamiento desamparado, vagando solitario entre las eternidades!
Desapareció, y me dejó pasmado; porque yo sabía, y me di cuenta de que todo lo que había dicho era verdad."
Tiene tanta lógica en sus palabras. No sé que pensar. Pero me encanta este capítulo.